Para las noches de domingo, a Florita le gusta hacer una selección de películas de misterio, apoltronarse en su sofá con un cuenco de crema especial y el albornoz más suave que tenga en casa. Hoy ha decidido ver "Chantaje a una mujer" y "Charada". Ha planchado su albornoz rosa de lacitos y ha comprado todos los ingredientes para preparar la maravillosa crema de la Princesa Scherezade. Esta receta, heredada de su madre, tiene una historia muy particular.
La princesa Scherezade, vivía en el desierto, y era conocida por tener un paladar exquisito. No toleraba ninguna crema que tuviera grumos o fuera demasiado fuerte para su sensible estómago. Una noche especialmente fría y desoladora como pocas ha habido en el desierto, pidió a sus cien criados que le preparasen la mejor y más suave crema que se hubiera hecho nunca. En una sopera de mármol y oro, le presentaron esta receta, y tanto le gustó, y tanto la comió, que decidieron llamarla así en su honor.
El secreto de su preparación ha sido conservado durante siglos con escrupuloso sigilo, ¿me guardaréis el secreto si os lo cuento?
INGREDIENTES
- 1 pechuga entera de pollo con el hueso
- 2 nabos
- 2 puerros
- 2 zanahorias
- 1 rama de apio
- 1 cucharada de mantequilla o de aceite
- 2 cucharadas de harina
- Aproximadamente 1/4 de litro de leche
- Sal y pimienta
- Un chorrito de nata liquida
- Perejil seco
PREPARACIÓN
Pon a hervir la pechuga de pollo (cortada a la mitad se cocinará antes), añade las verduras enteras y peladas. Cuando veas que el pollo está blandito, apaga el fuego. Deshuesa el pollo y ponlo en un vaso de batir, añade caldo a la vez que bates para que quede una mezcla espesa pero manejable. Reserva para después.
Prepara una bechamel derritiendo la mantequilla (o aceite), añade la harina y remueve con cuchara de palo hasta que quede uniforme. Aparta del fuego y añade un poco de leche. Mezcla con varillas hasta conseguir una crema uniforme. Vuelve a poner al fuego bajo, y, sin parar de mover las varillas vierte 1/4 de litro de leche. A continuación añade el pollo y sigue batiendo. Para completar, añade caldo hasta que quede de una consistencia que te guste. Ten en cuenta que es una crema y debe quedar más bien espesa.
Sirve en platos hondos adornados con un chorrito de nata líquida y perejil espolvoreado.
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