Florita subía las escaleras con la compra, cuando ha oído que sonaba el teléfono en su piso. Saltando los escalones de dos en dos, ha soltado las bolsas donde ha podido y ha hecho malabarismos con el teléfono inalámbrico para que no se le cayera al suelo. Era Pepi. Hablaba como si alguien le estuviera apuntando con una pistola. "Adivina quieeeén acaba de presentarse en mi casa". Resulta que el simpático grupo de alemanes que ambas habían conocido durante sus maravillosas vacaciones en la Costa de la Luz, Hans, Albert, Rudolf y Peter, se encontraba de ruta por España, y "por pura casualidad" habían acabado en la casa de Pepi, en Tarragona. Con cara de perrillo abandonado, le habían pedido que si, porrr favorrr porrr favorrr, les dejaría hospedarse un par de noches, para que pudiesen conocer la cultura y el ambiente autóctono. Antes de que Pepi dijese nada, Florita ya había hecho su mini maleta de urgencia y había puesto rumbo a la tierra del Cava en su mini descapotable. Tras más de cuatro horas de viaje, ha llegado por fin a casa de Pepi y se ha encontrado al grupito bávaro sentado a la mesa, cubiertos en mano, esperando a que ésta les sirviera su famosa paella. Pepi ha lanzado una mirada de "los mataré" a Florita, y, ante el temor de que pudiera hacer alguna locura con la paellera, Florita ha servido cava a los allí presentes (ellas dos, incluidas) para destensar el ambiente. El resto de la comida ha transcurrido sin más incidentes, entre risas y cava. Incluso, Lula, la perrita de Pepi se ha animado ante semejante ambiente festivo y de cuando en cuando soltaba un alegre ladrido.
¡Otrrrra de cava!- gritaban los teutones con las mejillas más rosas que Heidi. Y, cuando se ha acabado el cava, han empezado a aporrear la mesa con los puños gritando al unísono: ¡Sangrila! ¡Sangrila! ¡Sangrila! Pepi y Florita se han mirado confusas sin saber si se referían a la bebida afrutada, al paraíso terrenal del Himalaya o a ambos. En esto que ha aparecido por la puerta Peter con un gran cubo lleno del ansiado brebaje y para servirlo ha usado una sopera de plata de Pepi a modo de cucharón. Como era de esperar, tamaña melopea no podía quedar sin consecuencias, así que los alemanes hartos de permanecer sentados y formales y, ante el estupor y asombro de Pepi y Florita (aunque ambas se han tapado "casi" a tiempo los ojos) se han despelotado y se han tirado en bomba a la piscina provocando una escandalera que, unida a los ladridos de Lula y a los gritos de Pepi y Florita han hecho que vinieran los vecinos, la policía municipal y la prensa local.
INGREDIENTES
para el fumet de pescado
- 1 kg de pescado de roca (puede ser también rape, merluza...)
- 1/2 cebolla
- 2 dientes de ajo
- Unas ramitas de perejil fresco
- 2 tomates medianos maduros
- Aceite de oliva
ELABORACIÓN
Se ponen a cocer las cabezas de pescado y sus raspas que hacen un caldo muy bueno. Para el sofrito, la cebolla, los dientes de ajo, el perejil y los dos tomates se trituran en la minipimer; en una olla alta se echa un generoso chorro de aceite y en cuanto esté caliente se incorporan los ingredientes triturados que tienen que estar unos 10 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando. Luego se echa el pescado, y se remueve para mezclarlo bien todo y a continuación, se pone el agua de hervir las cabezas y espinas, hasta cubrirlo, más o menos 2 litros, se deja hervir durante media hora más. Para terminar, se pasa el caldo por un colador y se reserva.
INGREDIENTES
para la paella (cuatro o cinco personas)
langostinos (los de San Carlos, o del Delta son excelentes), dos o tres por comensal
4 o 5 cigalas medianas
4 calamares frescos, no muy grandes
15 cangrejos de mar
1/2 pimiento rojo cortado en cuadritos
y por último un sofrito, igual que el del caldo, pero éste en más cantidad, un poco más del doble.
Azafrán o colorante alimentario
ELABORACIÓN
En el aceite caliente de la paellera, se ponen todos los crustáceos y se hacen por ambos lados. Cuando estén, se retiran y reservan. A continuación, el calamar troceado en anillas, las patitas, tal cual y el pimiento. Cuando esté bien sofrito se echa el arroz, una medida por persona (una taza de las de café), se sofríe el arroz con el calamar y el pimiento durante un minuto, siempre removiendo para que no se pegue y se añade el caldo que se tendrá hirviendo, esto es importante. La cantidad de caldo, es el doble que la de arroz, es decir, en vez de una taza como medida, dos por cada taza de arroz y una más de regalo, sal al gusto, azafrán y como toque personal, pimienta negra molida.
El tiempo de cocción, no debe ser más de quince minutos, (entre trece y quince) pues el arroz tiene que estar al "dente". Durante la cocción del arroz, no se remueve, pero de vez en cuando se da unos "meneítos" (con amor) a la paellera, cogiéndola por sus asas. Cuando falten cinco minutos para que el arroz esté listo, se incorporan todos los crustáceos y a los quince minutos en total, se apaga el fuego y se deja reposar unos ocho minutos. Y ya está, lista para comer.
También se pueden poner almejas y mejillones, a gusto del consumidor.
Llámalo como quieras pero eso no es una paella. La auténtica y única paella es la valenciana.
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