El avión
a Okinawa acaba de aterrizar. Florita, medio dormida alquila una moto y se
dirige a un bar cualquiera, de una calle cualquiera. Tras la cortina de la
entrada, se encuentra con lo que a simple vista parece ser el dueño del bar.
"¿David Hanzo?"- pregunta Florita desafiante. El hombre, deja caer un
vaso de cristal al suelo y se gira examinando a la recién llegada."¿Quién
pregunta por él?" Florita, sin hacer caso, se sienta en uno de los
taburetes de la barra, mira a los ojos al Sr. Hanzo y le contesta. "Quien
yo sea poco importa porque vas a enseñarme el arte del tartar de bonito a la
katana". El hombre se echa a reír ante semejante insensantez. "¿Pero
quién te crees que eres? Veo que conoces mi nombre, pero no creo que sepas que
yo no enseño ese arte a nadie y repito, a NADIE". Florita, impasible, no
deja de sostener la mirada del maestro tartarero. En una servilleta de papel
escribe un nombre y se la entrega al Sr. Hanzo. Él baja la mirada al papel y
nada más leer lo que ha escrito, su cara comienza a enrojecerse hasta el punto
de casi explotar. "¿De cuánto tiempo disponemos?" le pregunta a
Florita. "El número especial de gastronomía japonesa sale en poco más de
un mes y los ejecutivos de Kioto se presentarán en las oficinas en tres semanas
para conocer el contenido". "Pues entonces no debemos perder ni un
segundo"- señala con el semblante serio David Hanzo. Durante las tres
semanas siguientes Florita es entrenada en el antiguo arte de la preparación de
tartar de atún a la katana. Sus sesiones comienzan cuando aún no ha amanecido y
terminan mucho después de la puesta de sol. Ante cualquier fallo en la
preparación, el Sr. Hanzo no duda, en castigar a Florita de las más crueles
formas posibles: obligándola a ver una y otra vez el mismo programa de "Señoras,
Señores y Viceversa", llevándola casi a la muerte por inanición,
privándola del sueño... Hasta que por fin un día le dice: "Ahora estás
preparada. Puedes derrotar a Lorelai". De vuelta a casa Florita prepara, la
noche antes de la gran reunión, el mejor tartar de atún que se pueda probar en
el planeta y lo deja en el frigorífico hasta la mañana siguiente. La mañana de
la venganza. El grupo de ejecutivos de Kioto llega puntual a las ocho de la
mañana. Como no han podido desayunar, todos los de la oficina allí presentes
(intentando llamar su atención para un posible intercambio laboral en el País
del Sol Naciente) les ofrecen bollos, tostadas, café, cereales, churros... Todo
ello cordialmente rechazado por los nipones. Cuando más incómoda parece la
situación en la revista, aparece Florita por la puerta con el Maná entre las
manos. Lo pone en la mesa delante de los ejecutivos y ante la atenta y nerviosa
mirada de Lorelai y cual mago, destapa de un solo movimiento el plato. ¡Uooooo!
exclaman los allí presentes maravillados. Lo ha conseguido, Florita se ha
vengado de Lorelai, una vez más y esta vez, la venganza se ha servido en plato
frío, MUY FRÍO. MUHAHAHAHAHAH!
INGREDIENTES
Un buen trozo de lomo de bonito
2 pepinillos grandes en vinagre
Una cucharada sopera de mostaza
Pimienta negra molida
1 cebolla
1 aguacate
1 tomate
Sal
Salsa de soja
Salsa perrins
PREPARACIÓN
Cortar muy pequeños
los pepinillos, la cebolla, el tomate y el aguacate. El bonito hay que cortarlo
un poco más grueso. Después se mezclan bien todos los ingredientes (excepto el
aguacate) y se deja macerar todo junto durante unos minutos, removiendo de vez
en cuando, para que se mezclen los sabores. A continuación, en el fondo de
un molde redondo se pone el aguacate en trocitos, luego, el bonito
macerado con sus ingredientes y se desmolda sobre un plato. Se sirve
decorado con un poco de cebollino.